Blog en Construcción - Muy Pronto mas material:

sábado, 26 de septiembre de 2009

HISTORIAS DE LA BIBLIA.



NIÑOS PARA CRISTO





vol 1- HISTORIAS DE LA BIBLIA - A.T

 

vol 2- HISTORIAS DEL ANTIGUO TESTAMENTO
 

vol 3- HISTORIAS DE JESUS

 

vol 4- HISTORIAS DE LA BIBLIA - N.T


viernes, 25 de septiembre de 2009

5 Claves para convertirse en el tipo de persona que puede construir fuertes relaciones con los jóvenes


Uno de los grandes interrogantes y desafíos en el apostolado juvenil es el acercamiento y generar confianza en el joven. En algún momento, seguramente te hiciste esta pregunta:
Para ser sincero, la respuesta es, "no mucho". No puedes hacer gran cosa para cultivar sanas relaciones. Las técnicas no funcionan. Las relaciones reales surgen de quiénes somos.
Así que concéntrate en la clase de persona que eres, en las relaciones, en vez de pensar en lo que haces.


A continuación, te ofrezco una breve guía que, sin ser una fórmula secreta, te ayudará a establecer esa relación...


1.- Una relación cercana está construida en el sentimiento de seguridad. Si los jóvenes no se sienten seguros contigo, no hay esperanza de que se abran. Pero si eres la persona en quién ellos pueden confiar, sus sentimientos fluirán libremente.


2.- Muchos jóvenes andan cargando preocupaciones secretas y problemáticas que casi no lo mencionan a nadie. Escucha cuidadosamente para encontrar qué cosas les preocupan.


3.- Cuando las escalas relacionales no tienen balance -cuando una persona está siempre recibiendo y la otra está siempre dando- ambas personas eventualmente se sentirán engañadas. En las relaciones saludables, las personas satisfacen las necesidades de los demás. Así que, permite que los jóvenes con quienes trabajas cuiden de ti mientras tú cuidas de ellos.


4.- En las relaciones fructíferas, las personas no solamente comparten intimidades, también se ayudan mutuamente. Algunas veces esa ayuda viene en formas tangibles -llevar a alguien a un partido, por ejemplo. Y a veces sucede en forma de seguridad antes de que tomen un examen por el que han estado estudiando fuerte. El punto es que debes ayudarles porque quieres hacerlo, no porque tienes que hacerlo.


5.- En el corazón de cada relación saludable está la seguridad que viene de saber que uno le importa profundamente a otra persona. Todos nosotros necesitamos ser afirmados en nuestro propio valor, y los jóvenes se van a apoyar en aquellos que valoren quién ellos son.

martes, 22 de septiembre de 2009

Reflexión: Motivos comúnmente aducidos para no ir a Misa...
Pbro. Eduardo Volpacchio


 1. Pereza"Prefiero quedarme durmiendo". En realidad los motivos que siguen son sólo excusas para cubrir este primero. No parece que sea un motivo muy racional, meritorio o valioso.
2. No tengo ganas / No lo siento.- ¿Desde cuándo tus ganas son ley que hay que obedecer? ¿Es que tus ganas son más importantes que la voluntad de Dios? Además a Misa no vas porque a ti te guste sino para agradar a Dios. Se va a Misa a honrar a Dios y no a honrarte a tí. Es decir que mientras que a Dios le agrade… no hay problema… la cosa va bien. Y si te cuesta… ¿acaso Dios no merece ese sacrificio que incluso hace más valioso y meritorio el acto?
3. Me aburroLa acusación más frecuente contra la Misa es que es aburrida. Refleja bastante superficialidad… en cuanto que a Misa no vamos a divertirnos… Y es un problema personal, en cuanto que no parece que Dios sea aburrido -es la perfección absoluta-. Además si tanta gente va a Misa con gusto, algunos incluso todos los días… será que algo le ven… que a tí se te escapa… La solución será descubrir qué tiene la Misa para que los cristianos la consideren tan importante.
4. Es siempre lo mismoSi se tratara de una obra de teatro o de una película.. estaría absolutamente de acuerdo contigo. Pero no es una representación teatral… Es algo vivo, que pasa ahora. No eres (al menos no deberías ser) un espectador. Eres partícipe, actor. Imagínate que alguien dejara de asistir a un asado porque en los asados siempre pasa lo mismo… (perdón a la Misa por la comparación).
5. DesinterésLas cosas de Dios no me interesan. Si Dios te resbala… estás en problemas… Habrá que ver como solucionar la falta de apetencia de lo divino… que te hace no apto para el cielo…
6. No tengo tiempoNo parece que lo que te pide Dios -1 de las 168 horas de la semana- sea una pretensión excesiva. En concreto, quien te creó, te mantiene en el ser y te da lo que te queda de vida -y sólo El sabe de cuánto se trata…- se merece el 0,59% del tiempo que El te da. Si no tienes tiempo para Dios… ¿para quién lo vas a tener?
7. Otros planes mejoresNo parece que a Dios le interese competir con el fútbol, hockey, cine… No te olvides que el primer mandamiento es "amar a Dios sobre todas las cosas"… Si tienes otros planes que te importan más que Dios… quizá el problema más que en el tercer mandamiento está antes en el primero…
8. Tengo dudas de fe- La fe es un don de Dios, con lo cual hay que pedirla. Alejarte de Dios dejando de ir a Misa, no parece el mejor método para resolver dudas la fe e incrementarla… La frecuencia de sacramentos -confesión y comunión- es la más efectiva manera de aumentar la fe.
9. Estoy peleado con Dios"Hubo algo que pasó en mi vida (la muerte de un ser muy querido, un fracaso muy doloroso, una enfermedad… o cualquier otra tragedia) que me hizo enojar con Dios: si El me hace esto… ¿por qué yo voy a ir a Misa? Es la manera de mostrarle a Dios mi disconformidad con la forma de tratarme". Hay quienes dejan de ir a Misa como una manera de vengarse de Dios, pero en los momentos de dolor ¿no será mejor refugiarnos en Dios y buscar su fortaleza más que reaccionar como un chiquito caprichoso de tres años? El sabe mas… Además, acusar de maltratarnos a quien más nos quiere y murió por nosotros … ¿no será demasiado? ¿No seré yo el que pierdo… alejándome de Dios?
10. "Hay gente que va y después se porta mal"- "Yo no quiero ser como ellos", dices seguro de ti mismo. "Además, hay otros que no van, y son buenos". Es evidente que ir a Misa sólo no basta. Pero, no se puede mezclar la física nuclear con el dulce de leche, ya que las dos cosas no tienen nada que ver. En aquellos que van y después no son honestos, lo que es malo es ser deshonestos… no el hecho de ir a Misa… que sigue siendo algo bueno aunque ellos después se porten mal… Además la causa de su supuesta deshonestidad no es el ir a Misa. Lo mismo se puede decir de los "buenos" que no van a Misa: su "bondad" no procede de su falta de Misa… y tan "buenos" no serán si les falta una dimensión tan importante de bondad como la bondad misma… es decir Dios. Por otro lado, yo creo que nadie en el mundo se atrevería a decir que los que no van a Misa son mejores que los que van… Finalmente, esto no es un concurso de bondad, ni comparaciones… sino tratar de determinar cuán bueno es ir a Misa. Y claramente, el dejar la Misa no mejora a nadie… en todo caso lo empeora…
11. No me he confesado y entonces no puedo comulgar- No es necesario comulgar, ni hay ninguna obligación de hacerlo. No comulgar no es pecado; no ir a Misa, sí. Además el problema se solucionaría bastante fácilmente con una breve confesión…
12. Llevarle la contraria a mis padresOfender a Dios para hacer sufrir a tus padres no parece una actitud muy inteligente…
13. El cura me cae mal- Por más tarado que te parezca el cura, no vas a Misa para darle el gusto, ni para hacerle un favor. El no gana ni pierde nada con tu asistencia o ausencia. El que gana o pierde, eres tú: tu amor a Dios. Además… estoy seguro de que la ciudad en que vives es lo suficientemente grande como para que puedas encontrar alguno que te caiga más simpático…


¿Y por qué faltar a misa el domingo es pecado?

La respuesta a esta pregunta podría ser muy corta:  , faltar a Misa –sin un motivo serio que lo justifique– es pecado grave.

¿Y por qué faltar a Misa el domingo es un pecado?

Porque dejando de asistir dejamos de cumplir voluntariamente una obligación grave que tenemos. Y el incumplimiento de un deber grave, es una falta grave. Por eso el punto de partida de esta cuestión es la consideración de la ley de la Iglesia que manda participar en la Misa los domingos y días festivos.

¿Por qué puede ser pecado, si quien falta a Misa no hace mal a nadie?

La gravedad de los pecados no se mide por cuánto mal hace a otros, sino por la ofensa que representa a Dios. Por eso, por ejemplo la blasfemia es un pecado grave, aunque ninguna otra persona la escuche. Por otro lado quien falta a Misa el domingo se hace daño a sí mismo y a la Comunidad eclesial a la que pertenece. La falta de Dios es una carencia peligrosa: hace daño al alma.
¿Cuáles son las obligaciones del católico?

Los católicos, además de los Diez Mandamientos que resumen la ley natural y que son válidos para todos los hombres –no sólo para los cristianos-, tenemos otras obligaciones específicas por serlo: son los cinco Mandamientos de la Iglesia. Se trata de algunos deberes que regulan y encauzan la forma concreta de ser católicos: cómo nosotros amamos a Dios y le rendimos culto en la Iglesia. Entre ellos se encuentra la obligación de participar en la Santa Misa los domingos y fiestas de precepto. Es una de las obligaciones más básicas de los católicos. Sorprendentemente algunos católicos desconocen sus obligaciones. Y otros no acaban de creerse que existan verdaderos deberes que los obliguen. Piensan que por ser el amor la máxima ley cristiana, todo tendría que ser amor espontáneo, sin obligaciones. Pero esto no es así, ya que el amor es muy exigente: cuánto más amor, más exigencia de manifestarlo y de evitar todo lo que lo ofenda.

¿Es un consejo o es una ley?

Es importante distinguir los consejos y las leyes. Una cosa son las recomendaciones de cosas buenas que nos dan para ayudarnos a ser mejores: “procura ayudar a los demás”, “trata de rezar el Rosario”, etc. En este caso haremos lo que nos parezca oportuno, pero sin estar obligados en conciencia a seguir dichos consejos. Obviamente no pecamos, si decidimos no seguir un consejo.

Otra muy distinta son las leyes que nos obligan en conciencia: las leyes establecen estrictos deberes.

Entonces, ¿el incumplimiento de las leyes es pecado?  Tenemos que distinguir entre la ley divina –que viene directamente de Dios- y la ley eclesiástica –dictada por la Iglesia para concretar modos de servir y honrar a Dios.

La ley divina regula cuestiones esenciales de la vida, por lo que no admite excepciones: su incumplimiento siempre es malo, no puede no ser pecado. Es el caso de los Diez Mandamientos. 

En cambio, la ley eclesiástica trata de unas concreciones mínimas de la Iglesia para ayudarnos a vivir la vida cristiana y no tiene intención de obligar cuando existe una grave dificultad para cumplirla. Por esto la ley eclesiástica no me obliga cuando su cumplimiento me representa una incomodidad grave: si un domingo estoy enfermo o tengo otra dificultad que me lo hace muy difícil no tengo obligación de ir a Misa. Pero en situaciones normales obliga de tal manera que su incumplimiento es pecado. Porque el desprecio de la ley de la Iglesia no puede ser bueno. Y no darle importancia, dejar voluntariamente de cumplirla, sin motivo, supone de hecho un desprecio. Como no es una cuestión de opiniones personales, sino de lo establecido por la Iglesia, que es quien ha establecido las leyes eclesiásticas. 

Veamos ahora qué nos enseña el Catecismo de la Iglesia Católica acerca de estos mandamientos (he resaltado con negrita las partes específicas sobre este tema). 


LOS MANDAMIENTOS DE LA IGLESIA

2041 Los mandamientos de la Iglesia se sitúan en esta línea de una vida moral ligada a la vida litúrgica y que se alimenta de ella. El carácter obligatorio de estas leyes positivas promulgadas por la autoridad eclesiástica tiene por fin garantizar a los fieles el mínimo indispensable en el espíritu de oración y en el esfuerzo moral, en el crecimiento del amor de Dios y del prójimo. Los mandamientos más generales de la santa Madre Iglesia son cinco:

2042 El primer mandamiento (oír misa entera y los domingos y demás fiestas de precepto y no realizar trabajos serviles") exige a los fieles que santifiquen el día en el cual se conmemora la Resurrección del Señor y las fiestas litúrgicas principales en honor de los misterios del Señor, de la Santísima Virgen María y de los santos, en primer lugar participando en la celebración eucarística, y descansando de aquellos trabajos y ocupaciones que puedan impedir esa santificación de estos días (cf CIC can. 1246-1248; CCEO, can. 880, § 3; 881, §§ 1. 2. 4).
El segundo mandamiento ("confesar los pecados mortales al menos una vez al año") asegura la preparación para la Eucaristía mediante la recepción del sacramento de la Reconciliación, que continúa la obra de conversión y de perdón del Bautismo (cf CIC can. 989; CCEO can.719).

El tercer mandamiento ("recibir el sacramento de la Eucaristía al menos por Pascua") garantiza un mínimo en la recepción del Cuerpo y la Sangre del Señor en conexión con el tiempo de Pascua, origen y centro de la liturgia cristiana (cf CIC can. 920; CCEO can. 708. 881, § 3).

2043 El cuarto mandamiento (abstenerse de comer carne y ayunar en los días establecidos por la Iglesia) asegura los tiempos de ascesis y de penitencia que nos preparan para las fiestas litúrgicas y para adquirir el dominio sobre nuestros instintos, y la libertad del corazón (cf CIC can. 1249-51; CCEO can. 882).

El quinto mandamiento (ayudar a las necesidades de la Iglesia) enuncia que los fieles están además obligados a ayudar, cada uno según su posibilidad, a las necesidades materiales de la Iglesia (cf CIC can. 222; CCEO, can. 25. Las Conferencias Episcopales pueden además establecer otros preceptos eclesiásticos para el propio territorio. Cf CIC, can. 455).

Y en concreto, sobre la Misa dominical, señala:

2177 La celebración dominical del Día y de la Eucaristía del Señor tiene un papel principalísimo en la vida de la Iglesia. "El domingo en el que se celebra el misterio pascual, por tradición apostólica, ha de observarse en toda la Iglesia como fiesta primordial de precepto" (CIC, can. 1246,1).

"Igualmente deben observarse los días de Navidad, Epifanía, Ascensión, Santísimo Cuerpo y Sangre de Cristo, Santa María Madre de Dios, Inmaculada Concepción y Asunción, San José, Santos Apóstoles Pedro y Pablo y, finalmente, todos los Santos" (CIC, can. 1246,1).

2178 Esta práctica de la asamblea cristiana se remonta a los comienzos de la edad apostólica (cf Hch 2,42-46; 1 Co 11,17). La carta a los Hebreos dice: "no abandonéis vuestra asamblea, como algunos acostumbran hacerlo, antes bien, animaos mutuamente" (Hb 10,25).

La obligación del Domingo

2180 El mandamiento de la Iglesia determina y precisa la ley del Señor: "El domingo y las demás fiestas de precepto los fieles tienen obligación de participar en la Misa" (CIC, can. 1247). "Cumple el precepto de participar en la Misa quien asiste a ella, dondequiera que se celebre en un rito católico, tanto el día de la fiesta como el día anterior por la tarde" (CIC, can. 1248,1)

2181 La eucaristía del Domingo fundamenta y ratifica toda la práctica cristiana. Por eso los fieles están obligados a participar en la eucaristía los días de precepto, a no ser que estén excusados por una razón seria (por ejemplo, enfermedad, el cuidado de niños pequeños) o dispensados por su pastor propio (cf CIC, can. 1245). Los que deliberadamente faltan a esta obligación cometen un pecado grave.

2182 La participación en la celebración común de la eucaristía dominical es un testimonio de pertenencia y de fidelidad a Cristo y a su Iglesia. Los fieles proclaman así su comunión en la fe y la caridad. Testimonian a la vez la santidad de Dios y su esperanza de la salvación. Se reconfortan mutuamente, guiados por el Espíritu Santo.

2183 "Cuando falta el ministro sagrado u otra causa grave hace imposible la participación en la celebración eucarística, se recomienda vivamente que los fieles participen en la liturgia de la palabra, si ésta se celebra en la iglesia parroquial o en otro lugar sagrado conforme a lo prescrito por el Obispo diocesano, o permanezcan en oración durante un tiempo conveniente, solos o en familia, o, si es oportuno, en grupos de familias" (CIC, can. 1248,2).

Sinceramente hermano, si supieramos el verdadero significado de la Santa Misa, tendriamos una perspectiva mas alla de la obligación y disfrutariamos de la Bendición que se derrama cada vez que Cristo nuestro Señor se hace presente en medio de su pueblo al actualizarse dia a dia el unico sacrificio de la Cruz...



viernes, 18 de septiembre de 2009


Tipos de Jóvenes y cómo afrontarlos



El Preguntón Eterno: Solo quiere hacerse notar.

Animador: Con mucha energía conviene desviar sus preguntas al Grupo, que sean ellos quienes contesten. Nunca contestar uno, o tomar partido.



El Cabeza Dura: Es el hombre que no entiende razones. No quiere aprender nada de los otros.

Animador: Hacerle ver y pedirle como un favor personal que por el momento acepte el punto de vista de la mayoría que luego habrá oportunidad de discutir lo de él.


El Tímido: Es un joven que tiene ideas pero le cuesta o no se atreve a decirlas.

Animador: Ayúdalo pregúntale cosas fáciles, haga que tome confianza en sí mismo.


El Mudo Voluntario: No participa porque se siente muy “salsa”. Entonces toma una actitud aburrida, se dedica a oír; también puede suceder que se sienta muy bajo ante el tema, entonces no se siente competente y no participa.
Animador: Invitarle a participar, diciéndole lo importante que es para el grupo su participación. Hay que despertar su interés, haciéndole preguntas directas y sencillas sobre algo que él conoce o explicarle con palabras sencillas, lo que creemos que él no entiende.


El Charlatán: Es el que habla todo el tiempo, saliéndose del tema de un modo cansador, su tema más interesante es él mismo.

Animador: Con estas personas no queda más que cortarlo con dulzura, diciéndoles que lo sientes mucho, pero que nos hemos alejado del tema.


El Distraído: Salta de un tema a otro, desvía a los demás de sus objetivos, hablando de cualquier cosa, en cualquier momento.
Animador: No dejarlo que se desvíe con la ayuda de una pregunta fácil, dirigida a él. La pregunta debe ser dirigida y tomada de alguna opinión dada por el grupo, y pedirle su opinión.



El Detallista: Es la persona que se enreda en pequeños detalles y ni deja avanzar al grupo.


Animador: Tomarlo con humor y hacerle comprender que los detalles son importantes, pero no tanto que se pueden tratar después de la reunión, lo que importa ahora es profundizar en el tema.
 


El Gran Tipo: Es el “Siempre Listo” del grupo: siempre quiere ayudar. Esta dispuesto a oír a los demás y dejarse convencer.

Animador: Es una ayuda preciosa durante las reuniones, hágale que hable, tome en cuente y muéstrese agradecido de sus palabras.


El Calahondo o Profundo: Habla poco, pero cuando lo hace es sólido, profundo, va directamente al grano. Lo que le interesa es lo central del problema y ahí ataca. No pierde el tiempo en detalles.

Animador: Es un joven de gran utilidad para el grupo, no hay que dejar que los demás se sientan ni juzgados ni aplastados por él. Hacerlo hablar pero no presentarlo como una autoridad para que los demás no sientan que dependen de él.


El de Buen Humor: Posee la cualidad de hacer reír con el comentario cómico y contagia con su optimismo.

Animador: Bien guiado puede ayudar en un grupo a superar los momentos de máxima tensión y hacer las reuniones más alegres y bonitas.


El Tipo Concreto: Es el de los hechos de vida, recurre a la experiencia vivida, a lo real. A veces sus ejemplos son tipo casero, muy simples.

Animador: Puede ser una gran ayuda en un grupo para hacerlo aterrizar. Dale esa oportunidad, pero teniendo cuidado de no quedarse en soluciones simplistas.


El Hombre Positivo: Es que encuentra siempre el lado bueno de las cosas y de las personas. Seguido defiende a los más débiles.

Animador: Resulta una ayuda, aunque es conveniente, a veces, hacerle ver algunas cosas negativas.


lunes, 24 de agosto de 2009

sábado, 22 de agosto de 2009

Joven y tu Vida de Iglesia

Hola Hermanos, aquí les dejo este valioso Material con temas varios, te los comparto esperando sean de mucha bendión...
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Un Gran libro sobre El Amor , La sexualidad, El Noviazgo, El Matrimonio, desordenes sexuales, Pureza y castidad...etc... del Padre. Angel Peña O.A.R...
LA ALEGRIA DE AMAR
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Conoce a el Gran Apostol pablo su vida, su conversión y su recorrido llevando el evangelio de Jesucristo
Una Entrevista al Apostol Pablo
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No sabes como Realizar un examen de conciencia, Y como confesarte, no desaproveches este medio de gracia que nuestro señor quizo dejarnos en el Sacramento de La Reconciliación...

Cómo Confesarse Bién
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APOLOGETICA CATOLICA

Hermano, Amigo que me visitas te invito a que conozcas más Nuestra Fé Católica para Apreciarla, Amarla y defenderla 1P 3,15 ...
Iniciamos con unos pocos temas, pero puede sugerirnos otros temas e igual puede realizan alguna consulta y con gusto le responderemos, Ademas puede consultar las web que le sugeriremos en las cuales puede reforzar sus conocimiento de Nuestra Fé... Dios les Bendiga
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ESPECIALES

EL CELIBATO EN LA IGLESIA CATOLICA



Ante ciertos hechos (lamentables hechos) que se han sucitado
ultimamente, se a dicho mucho alrededor del tema del CELIBATO y existe mucha confucion, asi que me parece bien entregarles este documento que el Ministerio siloe amablemente preparósobre este tema... Espero les sea de mucha bendicion...

EL CELIBATO descarga aqui.doc 4 pag
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Para Ampliar, visita:
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